ARTISTA PLASTICO. Ernesto Pesce




Dirigiéndonos a la casa de Ernesto Pesce, artista plástico de reconocimiento nacional e internacional y profesor en el Museo de bellas Artes estábamos un poco desorientados. Pero al llegar sin saber que esa era la calle de nuestro destino, de lejos, a unos 80 metros de distancia y ya oscureciendo, uno de nosotros dijo con toda seguridad ´esa es la casa de Ernesto Pesce´. Y hubo acierto pero no intuición, los que la conocen podrán comprender.
Que lindo es llegar a esa casa. Desde el exterior uno sabe que no va a estar en un espacio común. Fresca, de aire vivaz el espíritu. Fuimos puntuales como ingleses. Y el mismo artista que vino a abrirnos la puerta no se hizo esperar, siendo el también respetuoso con el horario pactado. Ni bien llegamos a su atelier en el primer piso llegó el café que ya debía estar preparado para todos. Y quien si no él lo iba a servir.
La charla fue amena, muy agradable. Es la primera entrevista que hago en mi vida, y lo elegí a Ernesto porque hace unos 14 años vi una de sus pinturas en un afiche promocionando una muestra. Nunca olvidé esa acuarela. Hasta horas previas a la entrevista no había visto ninguna otra de sus obras ni ningún retrato del autor. Emamoradísima de Buenos Aires de la nada se me ocurrió que las preguntas deberían tener ese tema central. Y lo sorprendente fue que Pesce tenía al menos veinte obras sobre esta gran ciudad.

Ésta es una ciudad que tiene una gran oferta en lo artístico y eso es muy importante. En este aspecto no hay mucha diferencia entre Buenos Aires y ciudades mundiales de primera línea. La diferencia por ejemplo con New York es que además de la oferta artística es centro cultural mundial donde pasa lo contemporáneo. Buenos Aires tiene una oferta cultural muy grande e importante a nivel nacional, pero por lo económico aquí no llegan muestras plásticas de otros países por el problema de los costos.

Buenos Aires en cuanto al tamaño es una ciudad muy fuerte, es una ciudad muy grande. Si uno sabe arreglárselas en Buenos Aires se puede manejar en cualquier lugar del mundo. En Madrid te dicen ´como vas a ir caminando hasta allá´. En realidad son cinco cuadras, yo acá me camino 45 y todavía es cerca para mí. Son otras las dimensiones.

“En lo arquitectónico por el afán modernizador no desde el punto de vista del diseño sino del comercial se han tirado y se continúa tirando obras valiosas desde lo arquitectónico. Acá vos ves una casona de los años 20 o 30 con todo un trabajo artesanal e histórico tan rico y tan interesante y que la voltean para hacer un dúplex anodeno, híbrido que ni siquiera es de buen diseño porque se prioriza lo comercial ya que ese terreno para una sola familia no es negocio y se termina poniendo cinco o seis departamentos en un mismo lote. En Europa se tiene cuidado por lo arquitectónico, se mantiene la fachada, no es como acá. Allá adentro podes hacer lo que querés pero siempre que conserves la fachada.”
No es que a Ernesto Pesce no le guste lo nuevo “Cualquier forma que tenga buen diseño me gusta”, pero hace la salvedad que en ciertos lugares deberían conservarse lo característico de la zona.


Buenos Aires en su obra. No son meros retratos de la ciudad. Nos cuenta lo que intentó decirnos desde ese lugar.
“Yo siempre decía que lo que nos salva de nuestra destrucción es la naturaleza, la naturaleza que siempre es más sabia. Lo que yo intenté decir en esa serie de ´Costanera Sur´ es que había que tener en cuenta eso, de que la naturaleza siempre iba a volver a empezar. Luego del despropósito de el relleno de ese espacio en el río con los escombros de la ampliación de la Nueve de julio la naturaleza volvió a recrear sabiamente con la flora y fauna.”
Acerca de su serie cósmica donde también aparece Buenos Aires nos comenta...
“Yo soy de la idea de que irremediablemente uno es de un lugar aunque no quiera. Sobre todo eso tiene que ver con el lugar donde se vive la infancia y los primeros años de la adolescencia, los afectos que uno desarrolla en estas etapas.
A mi me interesaba en ese momento dejar como una señal de pertenencia. El cosmos pintado en ´Cielito de Lola Mora´ puede ser leído en cualquier lugar del mundo como una zona urbana o como una estructura determinada, pero lo que a mí me interesaba es que si alguien conocía el lugar viera que era una mirada particular del cosmos desde Buenos Aires. Si la veía alguien en Japón no iba a saber que era Buenos Aires, iba a quedarse con la mirada desde una ciudad cualquiera.

Lo que generalmente no hace la gente es levantar la vista y mirar lo que se tiene alrededor. Hay cosas muy ricas que tienen que ver con la capacidad que tenga uno de observar igual la belleza que pueda haber en una mancha de humedad en una pared a una obra de arte. Es muy difícil que la gente levante la cabeza y mire. Puede que tenga que ver con el oficio de cada uno, tal vez a algunos les resulte aburridísimo salir a caminar y pararse frente a una fachada y ver su ornamentación y ponerse a pensar en el en el herrero que ya no existe más eran capaz de hacer una reja maravillosa (hoy una reja no es mas que un hierrito). Ese valor agregado, lo artístico, eso que es ancestral en el ser humano. Porque uno ve en una herramienta del paleolítico que servía para pegarle en la cabeza a alguien pero que en un momento de ocio el hombre empezó a hacer algún dibujo, enriquecer, el hacerle algo más al objeto que dejarlo por la mera funcionalidad. De eso hay mucho en la arquitectura antigua que está muy presente.
Lo que veo es que también se hacen cosas con mucha simpleza pero que son bellas.”

Para saber màs de la obra de Ernesto Pesce...... http://http://www.ernestopesce.com.ar/
Nota: Brisa del Sur. Ariel de la Vega, Omar