EJEMPLO DE VIDA. Enrique Piñeyro


Existe un Caballero llamado Enrique Piñeyro. Nada de geografías extrañas, viajes a la luna, ni capas de superhéroes. Sin un pie en el umbral del poder gubernamental ni en los monopolios informativos, él, sólo, de carne y hueso como cualquiera de nosotros, se animó contra el monstruo de la corrupción de nada menos que una fuerza de Estado. Supo hacerlo manteniendo el olivo en sus manos ante la matanza por él anunciada de decenas de personas. De oídos sordos a amenazas porque la vida es ante todo, una vez habiendo concurrido a los tribunales, la bronca y la impotencia fueron acertadamente encauzadas mediante la pluma y la cámara. Con su creatividad y su tierna preocupación por los otros le ganó al sensacionalismo y así nos informó al común de la gente el peligro existente en nuestro espacio aéreo.
En el trazado de cualquier texto literario mezclar dos imágenes sería un error, pero no en el caso de Enrique. En él sería faltar a la verdad no hablar de ambas, pero eso sí, como dos perspectivas de una única realidad bien integrada. La armadura es sinónimo de fuerza de lucha no de coraza en Piñeyro. Fuerza que esta sustentada en su sensibilidad por el cuidado y bienestar de todos. De madurez que salta a la vista no tiene miedo en permitirnos la entrada a su fresca, suave y fuerte interioridad. Es por eso que se pueden vislumbrar en él la síntesis de dos míticos personajes: el hombre de armadura con corazón- quizá prefigurado por Saint-Exuperí.

Ser & Hacer: ¿Te sentiste sólo, a mil millas de toda tierra habitada como el aviador del Principito?
Piñeyro: Sí, exactamente. En lo social fui considerado un traidor, un paria por casi una década hasta las dos películas. Mi familia fue la única que estuvo a mi lado. Nunca me dijeron que parara. Soy muy afortunado.

S&H:- ¿No pensas que el Principito pueden haberlo escrito pensando en que ibas a nacer vos?
P: - Puede ser....... ¿por los aviones?
S&H:- No.

Muy desorientado cuando cumpliendo con un plan se lo distrajo del contexto de los aviones, demostró ser mínimamente dócil (por suerte) pero muy educado. Poco a poco pude confirmar mis sospechas: que su actitud de compromiso excedía nuestra inseguridad aérea.
No hace mucho vio un chico de unos once- doce años viviendo en la calle.

P: “el tipo tenía todo estudiado. Sabía que lo estabas mirando y se fumaba un porro. Quería llamar la atención. Me lo llevé a casa y al poco tiempo se fue. Vino para avisarme que ´había pegado onda´ con un chica y que estaba con ella. No podes hacer nada con los chicos de la calle, no hay manera de recuperarlos. En casa tenía todo y aún así se fue nuevamente a la calle.”

Para sorpresa de quien entrevista Enrique no se siente la excepción, no piensa que la gente está indiferente.

P: -“hay mucha gente que quiere hacer algo, se me acercan y me dicen ´¿cómo puedo ayudar?´.
S&H – “¿Te parece Enrique?. ¿Dónde estaba entonces esa gente cuando se cayeron esos dos aviones? Yo no vi ninguna manifestación masiva.”
P: Si, la gente quiere hacer pero no sabe qué ni cómo. Y conformar una nueva fórmula política no sirve, la imagen de los políticos está desgastada. Lo que maneja la agenda del gobierno son los cortes de ruta, de calles, las manifestaciones...
Hace unos días llamé a Telerman y nada. Volví a insistir dejando un mensaje y un chico me llamó de parte de él para preguntar que quería. Le comenté que se trataba de un serio problema de seguridad, pero una vez que se terminó esa llamada no tuve respuesta alguna. Telerman tendría que acordarse de que si es Jefe del Gobierno de la ciudad es por Cromañon. NO fue elegido, Cromañon lo puso donde está. Estoy pensando en iniciar una demanda o hacer una solicitada, algo voy a hacer... esto no puede quedar así, los carteles de las inmobiliarias están puestos de a dos y colocados a altura en 45 grados entre ellos. En cualquier momento tenemos que lamentar la muerte de alguna otra nena como pasó en el Paseo de la Infanta. No aprenden más.”

Cabe recordar que Piñeyro, por responsabilizarse de nuestros destinos en el aire, tuvo que hacer un paso al costado en su vocación de volar, un paso que aún hoy le duele y que no deja de ser injusto. Un dolor que podría dejar de ser si hoy las compañías aéreas fueran honestas y estuvieran en orden. Duró 40 segundos en una entrevista en Aerolíneas Argentinas.

S&H: -“¿Qué es en vos lo que causa que no te quedes sin hacer nada?”
P: - “el valorar la vida.”

Enrique, es prueba de lo que es aprovechar la vida. Siempre perfeccionándose. Fue médico, se especializó en medicina aeronáutica, piloto, perito de accidentes aéreos, es autor, actor y director de cine. Lo más lindo en su vida está por ocurrir. Aquel que suscita la inquietud de su búsqueda al final se deja encontrar.
Nota: Brisa del Sur
Ilustración: "Piñeyro" Ariel de la Vega